Estos elementos, obligatorios desde 1999, se sustituirán por la luz V-16, de la que ya os hemos hablado en anteriores artículos de este blog. Se trata de un dispositivo luminoso intermitente naranja que tiene como objetivo reducir los accidentes causados a la hora de colocar los triángulos y, además, facilitar la geolocalización del vehículo.
El proceso de cambio se inició el pasado 1 de julio de 2021. Eso sí, hemos de tener en cuenta que podremos utilizar los triángulos hasta el 1 de enero de 2026. Esa será la fecha límite para el cambio, desde ese momento solo será legal llevar esta luz y podrás ser sancionado por ello.
Según informan desde la Dirección General de Tráfico, servirá para señalizar que nos hemos quedado parados en la vía y lo colocaremos lo más alto posible por la parte exterior del vehículo. Además, como comentábamos antes, no será necesario salir para colocarlo, como sí ocurre con los triángulos.
Y, como decíamos, incorporará un sistema de geolocalización que, una vez se activa, envía cada 100 segundos la ubicación del vehículo detenido a la nube de la DGT, para informar del problema.
Ampliando la información, este método se retira a causa del elevado número de atropellos mortales que se producían cuando los conductores salían de sus vehículos a colocarlos o recogerlos tras haber sufrido un problema en la carretera.
Para colocarla habrá que situarla en el techo del coche y se fijará mediante imanes que lleva en la base. La luz se puede llevar en la guantera y en menos de 10 segundos se puede señalizar el accidente en carretera.
La información que transmitirá será únicamente su posición en el mapa, y será siempre anónima, por tanto las autoridades no conocerán a quien corresponde esa ubicación. Contar con la posición de la incidencia hará de la carretera un lugar más seguro ya que mostrará un aviso en los paneles luminosos más cercanos al lugar del incidente, los navegadores y los cuadros de los coches (señales V27) quedando advertidos del obstáculo incluso bajo condiciones de nula visibilidad.