En España existen más de 400 túneles en las carreteras, cuyos trazados suman unos 200 kilómetros de longitud. A estas cifras habría que sumar los túneles urbanos y pasos subterráneos, por lo que algunos expertos señalan que la longitud total de túneles en España ronda los 1.000 kilómetros de vía.
Aunque las cifras de accidentalidad en los túneles no son muy diferentes a las del resto de las vías, el estudio titulado ‘Puntos Rojos’, realizado por Línea Directa, en el que se destaca las vías urbanas con mayor accidentalidad, fija entre los seis puntos con mayor accidentalidad de toda España dos túneles, en Madrid y Alicante.
Y es que, cuando circulamos por túneles, estamos sometidos a unos peligros de los que no siempre somos conscientes . Por ello, conviene tener en cuenta algunos consejos, de la mano de la Dirección General de Tráfico (DGT):
- Semáforo: El primero es obvio, si hay un semáforo rojo en la boca del túnel, no debe entrar. Tampoco si el conductor observa que la circulación está detenida en su interior (puede haber una emergencia). En este caso, el conductor detendrá el vehículo antes de entrar y conectará las luces de emergencia (warning) para avisar a quienes lleguen por detrás.
- Luces y gafas: Antes de entrar en un túnel, es fundamental encender las luces -recuerde apagarlas al salir-. Por muy corto que sea el túnel y para ello existe una señal que lo avisa (R-413). Es esencial, para ser visto y para ver, en especial en los primeros metros, en los que el ojo del conductor tarda en habituarse al cambio de luz. Y si lleva gafas de sol, quíteselas al entrar y póngaselas al salir, donde puede quedar deslumbrado.
- Distancia: Cuando no se vaya a adelantar -solo está permitido cuando exista más de un carril en cada sentido de la circulación-, el conductor debe mantener una distancia de seguridad con el vehículo que le precede de al menos 100 metros (o un intervalo de 4 segundos). Y si se trata de un vehículo de más de 3.500 kg., 150 metros (y 6 segundos). Como las opciones de esquivar un obstáculo son muy reducidas, lo mismo que el acceso de vehículos de emergencia, es básico evitar choques, por lo que aumentar la distancia de seguridad es fundamental.
- Frenado: El asfalto en los túneles suele tener peor agarre que en las vías exteriores, por lo que la distancia de frenado puede ser mayor. Esta circunstancia incide en la necesidad de mayor distancia de seguridad.
- Circulación detenida: Si, por necesidades del tráfico, la circulación comienza a detenerse en el interior de un túnel, el conductor debe pararse dejando una distancia prudencial respecto al coche que le precede y, sin abandonar el vehículo, conectar la señal de emergencia (warning) para advertir a quienes vengan por detrás; luego, apagar el motor y dejar encendidas las luces de posición.
- Efecto pantalla: Paradójicamente, en los túneles no se produce el efecto túnel, como su nombre indica, pero, al margen del deslumbramiento por la mayor iluminación exterior, se produce otro efecto: el ‘efecto pantalla’. En caso de soplar viento, a la salida del túnel el vehículo puede verse desplazado lateralmente por las ráfagas de viento. Por ello, hay que salir ya prevenido y preparado, asiendo con fuerza el volante y ‘girando’ ligeramente las ruedas hacia el lugar del que sople el viento.