Colocar carteles de ‘se vende’ en los coches es una práctica bastante habitual por parte de los ciudadanos cuando deciden deshacerse de su vehículo. A pesar de que estamos muy acostumbrados a ver este tipo de estrategias de venta, lo cierto es que en ocasiones se puede estar incumpliendo la legalidad, exponiendo al propietario del vehículo a una sanción económica.
Lo habitual es que el cartel se coloque en uno o en varios cristales, junto a un número de teléfono para contactar con el vendedor. Se suelen poner en coches estacionados en algún lugar transcurrido; pero también hay quienes llevan el anuncio mientras están circulando.
Prohibido circular con el cartel
Llevar cualquier tipo de objeto en los cristales del vehículo, sea cual sea, resta visibilidad al conductor y si el coche está en movimiento puede considerarse una infracción grave de la normativa. Esta sanción está valorada en 200 euros.
Si el coche está aparcado no existe una norma genérica que afecte a todos por igual, pero cada vez más ayuntamientos han incorporado sanciones por este tipo de prácticas a su normativa relativa a la venta ambulante ilegal. Dependiendo de cada administración, la multa económica puede oscilar entre los 200 y los 1.000 euros.