¿Tienes que pasar la ITV? ¡Hazlo a la primera!
Realizar una Pre-ITV es algo que se ha ido expandiendo en los últimos años. Es algo habitual que, unos días o semanas antes de pasar por la inspección técnica de vehículos, queramos asegurarnos que nuestro vehículo cumple la normativa y que se encuentra en perfectas condiciones. Evitando, así, un resultado desfavorable y que tengamos que volver a invertir tiempo y dinero.
Cuestiones como el sistema de frenos, las luces, neumáticos o emisiones de gases son los defectos más habituales detectado en este tipo de revisiones. Por ello, como hemos dicho antes, es muy recomendable estar al tanto y ponerle solución lo antes posible.
A pesar de que muchos negocios ofrecen este tipo de servicios, si no tienes tiempo suficiente, no puedes dejar tu coche en el taller o, simplemente, no quieres invertir en esto, en este artículo te facilitamos las cosas: Unos consejos para hacer una revisión vosotros mismos de una manera fácil y sencilla.
Nuestra documentación: Siempre en regla
Puede parecer algo obvio, pero siempre es recomendable recordar que, para pasar la ITV, debemos presentar la documentación de nuestro vehículo siempre en vigor. La documentación que nos pedirán será: el permiso de circulación, la tarjeta de inspección técnica, una acreditación de seguro en vigor y el DNI o pasaporte.
Comprueba el estado de tus neumáticos
Es uno de los aspectos que más tienen en cuenta los técnicos de la ITV y que no podemos pasar por alto. Cuando nos dispongamos a realizar la inspección tenemos que asegurarnos de que se encuentran en un buen estado. Verificar que tienen la presión adecuada, que no presenten grietas o deformaciones y que el nivel de desgaste no haya llegado a 1,6 mm (El tope que nos marca el mismo neumático, simplemente debemos observar y cuidar nuestro vehículo).
La carrocería, una parte importante
Cuando nosotros mismos hagamos la Pre-ITV de nuestro coche, debemos revisar atentamente que nuestra carrocería no presente desperfectos o perforaciones, partes afiladas, cortantes o que contenga presencia de óxido. Además, debemos comprobar que los parachoques están fijados correctamente y que las matrículas no presentes tales desperfectos que puedan dificultar su visibilidad.
Fijarse y restaurar los niveles del coche
Otro de los requisitos esenciales para que el resultado de la ITV sea favorable es que los niveles de aceite, líquido de frenos y líquido limpiaparabrisas se encuentren al nivel adecuado. Además, debemos tener en cuenta que, para controlarlos, debemos hacerlo en frío y sin arrancar el motor de nuestro coche.
Recuerda que, en el caso del aceite, deberemos realizar la famosa prueba de la varilla y en el resto de niveles, simplemente, que el líquido llegue a la señal indicada en el depósito.
Mucho cuidado con los elementos de visibilidad
Primordial que echemos un vistazo a los limpiaparabrisas. Estos no deben encontrarse demasiado desgastados y tendrán que realizar su función de limpieza de luna correctamente para permitir la máxima visibilidad posible.
Nos fijamos, además, en los retrovisores. No tienen que detectar ningún desperfecto ni deformación, que reduzca o altere nuestra visibilidad. Para los faros si que deberemos pedir ayuda a alguien que pueda controlar que se encienden todas las luces: de cruce, antiniebla, freno, etc.
El interior de nuestro coche también es importante
Y, como último punto, dedicaremos un tiempo a comprobar el interior de nuestro vehículo. Empezaremos por asegurarnos que, las puertas de nuestro coche, funcionan correctamente, permitiendo nuestra evacuación en cualquier momento.
Los cinturones deben abrocharse y desabrocharse sin problemas, deben bloquearse ante movimientos bruscos y, como no, no nos podemos olvidar de claxon que tendrá que emitir señal acústica sin problema.
Pero, si denotamos algún problema más remarcable o que, nosotros mismos, no podemos solucionar, es recomendable llevar nuestro vehículo a un profesional que podrá guiarnos de una forma más idónea.