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La DGT quiere acelerar los exámenes de conducir: Contrata 135 nuevos examinadores

A día de hoy, y a causa del coronavirus, los problemas que la DGT ha generado con los miles de alumnos que buscan sacarse el carnet de conducir sigue sin estar arreglado.

Desde hace más de un año, el retraso de los exámenes y la falta de fechas ha generado un colapso en las pruebas prácticas tanto para las autoescuelas como para miles de alumnos que siguen sin optar al carnet después de haber aprobado el examen teórico.

Muchos de estos alumnos no solo necesitan el carnet de conducir para motivos personales, sino que dependen de él para obtener ciertos puestos de trabajo y que se ve demorado a causa de este atasco en las pruebas teóricas. 

Las autoescuelas, de los más perjudicados

Como decimos, esta situación es un quebradero de cabeza también para las autoescuelas, desbordadas de alumnos que siguen esperando fecha y que, además, retrasa las listas de espera para poder empezar las clases prácticas. 

La propia Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), lleva tiempo pidiendo soluciones urgentes y definitivas a la Dirección General de Tráfico, que llevaba un tiempo dando largas con pequeños parches para intentar sacar la situación adelante. Ahora mismo, a niveles generales, existen más de 200.000 aspirantes pendientes del carnet. 

Parece que ahora desde la DGT ha habido una reacción y asegura que va a incorporar nuevos examinadores para acelerar este proceso y desatascar esta grandiosa lista de espera. Así que, a finales de junio, 35 examinadores interinos se incorporarán a las jefaturas provinciales de tráfico, que se suman a los 40 nuevos fijos que estarán ya operativos a mediados de ese mes y otros 60 interinos que se incorporarán a lo largo del verano. 

Propósito: Aumentar el ritmo de los exámenes 

Los 35 funcionarios, que ya están en el curso de formación que les habilitará para ser examinadores de tráfico tras haber superado la fase de concurso del proceso selectivo, se incorporarán de manera inmediata a 27 jefaturas como, por ejemplo, de Badajoz, Barcelona, Girona, Madrid, Málaga, Navarra, entre otras. 

Estos retrasos han supuesto un grave problema económico y social que afecta directamente a los alumnos y a las autoescuelas, provocando que muchas de ellas se hayan tenido que ver abocadas a cesar su actividad.