Prepárate para tu examen teórico de conducir antes de septiembre
Es cierto que, si somos buenos en los estudios, sacarnos el carnet de conducir puede hacerse mucho más fácil. Aunque, como con todo, los nervios pueden jugarnos malas pasadas y debemos aprender a controlarlos antes de llegar a nuestra prueba teórica. Además, dentro de este artículo, trataremos una serie de consejos que podrán facilitaros la tarea de cara a septiembre, para poder aprobar el examen y facilitaros una tarea que, en ocasiones, puede complicarse.
¿Cómo superarlo? Nuestras recomendaciones
Todo lo que incumbe al examen de la DGT es similar cuando se trata de coches y motos ya que se trata, básicamente, de saber circular con el resto de habitantes de la carretera. Así pues, el sentido común y el conocimiento adquirido en cada clase teórica, además de aplicar aquello que hemos estado viendo durante el tiempo que hemos estado de copiloto, nos servirá para preparar la prueba.
- No tenemos que aprendernos el temario de memoria, ya que podemos encontrarnos con cuestiones que nos exponen situaciones para razonar. Por ello, lo mejor que podemos hacer es comprender aquello que estamos estudiando y aprendiendo.
- Es posible que el paso anterior no podamos hacerlo de manera individual, pero, para ello, existimos las autoescuelas. Podremos darte directrices, explicaciones, trucos y consejos sobre el temario para que se os haga mucho más sencillo aprender y, además, consigamos entre todos conseguir los mejores resultados.
- Parece algo obvio, pero hay que realizar muchos test. Aprender supone entrenamiento y en el caso del examen teórico se consiguen mejores resultados haciendo test como los exámenes a los que nos vamos a enfrentar el día de la prueba.
- Tenemos que conocer perfectamente cómo es el examen al que vamos a enfrentarnos, cuáles son los tipos de preguntas, cuántos fallos podemos cometer, cosas clave para afrontar la prueba con mayores garantías, sino también con una tranquilidad que no aportará el desconocimiento.
- Debemos tener claro cuál es el momento de presentarse al examen. Porque, si no lo controlamos bien, es mejor demorarlo. No conviene apresurarse y perder una convocatoria.
- Por supuesto, una vez delante del examen, hay que mantener la calma. Tenemos tiempo suficiente para terminarlo, con lo que no tenemos que apresurarnos.
- Debemos leer todas las respuestas con detenimiento. Muchas veces hay palabras como “ocasionalmente” o “siempre” que pueden provocar que una respuesta no sea correcta.
- No nos estanquemos en una pregunta, si no la tenemos clara, la saltamos. Empecemos por aquellas que sabemos sí o sí y no perdamos tiempo. Después tendrás unos minutos para poder invertir en aquellas que no sepas seguro.
- Y, cuando hayamos acabado, hay que repasar cada respuesta, asegurándonos que es correcta y que va en la pregunta que corresponde.
Después de esto, nos adentraremos en las prácticas, tema que trataremos en futuros artículos.