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Conducir de manera eficiente: Las claves para conseguirlo

Nuestro estilo de conducción puede afectar a muchísimas cosas, entre ellas y en gran medida, al consumo del automóvil. Algunas de nuestras costumbres a la hora de conducir aumentan y provocan el deterioro adelantado de los vehículos. 

Esta conducción eficiente, a la que nos referimos en nuestro artículo, tiene como objetivo conseguir alcanzar un bajo consumo de carburante y, a su vez, reducir la contaminación ambiental. Pero, además, una conducción inteligente y responsable aporta otros grandes beneficios: más seguridad y confort dentro de nuestro coche durante la marcha, mucho menos desgaste y ahorro en el aspecto mecánico – frenos, embrague, neumáticos, motor, etc.- del vehículo, entre otros. 

Por ello, bajo estas líneas, encontraréis principios básicos para poner en práctica la conducción eficiente y que, desde ya, podéis poner en práctica. 

 

  1. Arrancamos el coche, pero sin pisar el acelerador e iniciar la marcha después de arrancar el vehículo. Si esto se hace, consume carburante de manera innecesaria, ya que la electrónica del vehículo regula las condiciones del encendido.
  2. La primera marcha únicamente para salir. Debemos usar la primera para empezar la marcha, sin abusar del acelerador. Lo ideal sería poner la segunda marcha tras dos segundos o a los 5-6 metros de camino. 
  3. Debemos intentar mantener siempre una velocidad regular y evitando aceleraciones, ya que esto nos hará ahorrar. El hecho de frenar supone un movimiento que malgasta energía. 
  4. En las pendientes, sobre todo, no debemos acelerar, es mucho más eficiente circular en marchas largas y dejar rodar por la inercia de la bajada, evitando siempre cualquier situación de riesgo. 
  5. Conducir con la distancia de seguridad adecuada nos permite anticiparnos a posibles frenazos y aceleraciones, esto hace de nuestra conducción más eficiente y, sobre todo, más segura. 
  6. Revisar de manera habitual la presión de las ruedas, ya que, una presión inferior a 0,3 bares a la que se recomienda por el fabricante supone hasta un 3% más de combustible.
  7. Siempre que es posible, apagamos el motor si se van a realizar paradas de más de 1 minuto. 
  8. No sobrecarguemos el vehículo de peso, ya que cuánto más peso haya más consumiremos. De hecho, el peso extra y los portaequipajes pueden aumentar hasta un 40% dicho consumo. 
  9. Planificar nuestra ruta en el GPS, evitamos rodeos y perdernos de forma innecesaria. 
  10. Debemos mantener una temperatura, dentro del vehículo, óptima. El aire acondicionado y la calefacción aumentan el consumo de carburante. Se aconseja su uso solamente cuando se superen los 23-24ºC o cuando baje de los 15ºC. Además, conducir con las ventanillas bajadas provocan una mayor resistencia al aire y, por tanto, un mayor consumo.